miércoles, 22 de septiembre de 2010

Crecimiento para América Latina: expectativas y desafíos


La resistencia que ha mostrado América Latina frente a la crisis económica global supone una señal de la potencialidad de la región para mantener los progresos logrados durante los últimos años e incluso aumentarlos. Para ello, debe crecer más, más rápido y con un alcance más elecado. Por ejemplo, el Banco Mundial señala que Latinoamérica tenía un ingreso per cápita durante la década de los sesenta de uno a cuatro en comparación con Estados Unidos; actualmente, esta proporción se sitúa en un quinto. Mientras regiones como Asia y Europa del Este emergen, América latina parece “estancada” en algunos aspectos a pesar de los progresos más recientes. Así, en aspectos como los ingresos, aunque estos estén aumentando, no se está alcanzando convergencia con los países más ricos.

Latinoamérica tuvo un crecimiento rezagado en la década de los ochenta y noventa debido a problemas como la inestabilidad política causada por los problemas de deuda y los problemas macroeconómicos. A partir de 2002 y hasta la crisis, la región estuvo creciendo 5% en general. Pero Latinoamérica requiere que el ritmo de crecimiento sea superior al 5% para conseguir mayores avances a los acontecidos. En la región pueden detectarse buenos ejemplos que ilustran los postulados que proclama el Banco Mundial. Entre ellos, Chile o Brasil con buenas políticas macroeconómicas en la base del estímulo del crecimiento.

El propio Banco Mundial ha pronosticado que el promedio de expansión de las economías de la región puede llegar hasta 6%, impulsado por la fuerte actividad de países como los mencionados (Brasil y Chile pero también otros como Perú). Brasil es el que lidera el camino del crecimiento latinoamericano con más de 7% de expansión, seguido de Perú con 6%, mientras que Colombia y Chile se sitúan alrededor del 5%. En general y entre las regiones emergentes, América Latina se coloca por detrás de Asia como la que registra la recuperación más rápida. En parte, la explosión de la demanda provinente de en cuanto a materias primas latinoamericanas explica buena parte de esta significativa recuperación.

El economista jefe del BM, Augusto de la Torre, aclara que los países latinoamericanos deberán separarse de la tendencia de las naciones ricas de mantener tipos de interés bajos como política para estimular a sus economías. Asimismo, añade que los bancos centrales deben evitar la tendencia de apreciar las monedas y que los países basen -como ha ocurrido en el pasado- su crecimiento solo en los beneficios generados de la explotación de los recursos naturales. Para evitar riesgos, el objetivo más importante es aprender a ahorrar. Otro punto que subraya el Banco Mundial es que Latinoamérica invierte muy poco en investigación y desarrollo, da pocos incentivos fiscales, no ofrece una política de protección intelectual adecuada y no existe una conexión sólida y fructífera entre sus centros de investigación y la industria. A excepción de Brasil, todos los países latinoamericanos invierten menos del 1% de su PIB en investigación y desarrollo.

Un abrazo,

Oscar.

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