domingo, 3 de octubre de 2010

¿Un cambio que salva a Chávez?: elecciones legislativas en Venezuela


El pasado domingo 26 de septiembre de 2010, los partidos de la oposición en Venezuela – agrupados en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) - lograron 64 de los 165 diputados en los comicios legislativos. El partido del presidente Hugo Chávez consiguió 95 diputados; una victoria cuya solidez puede discutirse si se tiene en cuenta que la oposición consiguió el 52% de los votos. Sin embargo es evidente la diferencia entre esa cantidad de votos y el número de diputados conseguido. Esto se debe a que el censo se redistribuyó de manera que las demarcaciones donde más adhesión tiene el oficialismo son aquellas que aportan más diputados al Congreso. La oposición fijó sus objetivos en: a) alcanzar la cifra de 56 diputados, lo que le otorgaría la llave para bloquear las leyes orgánicas; b) los 67 escaños, para impedir que Hugo Chávez pudiera gobernar por decreto. En este sentido, los 64 diputados obtenidos pueden considerarse un buen resultado, sobre todo teniendo en cuenta la redistribución del censo mencionada. Más aún si se tienen en cuenta datos y hechos como los siguientes: la oposición logró en Caracas el 47,8% de los votos frente al 47,7% que logró el Partido Socialista Unido de Venezuela; pero de los siete diputados en juego, Chávez se llevó seis y la Mesa de la Unidad Democrática solo uno. Unos resultados que son fruto de la reforma de la Ley del Sufragio y Participación Política durante el mes de diciembre de 2009. Con esta reforma, las regiones menos pobladas del país obtenían una mayor representación en el Parlamento y cada uno de los diputados elegidos allí “cuestan” menos votos que en los Estados más grandes. Por ejemplo, en el estado de Amazonas, un diputado se elige con 20.000 votos. Sin embargo, en el Estado de Zulia, donde tradicionalmente ha ganado la oposición, se requieren unos 400.000 votos para ganar un escaño. Además del cambio de proporcionalidad, las modificaciones legislativas también cambiaron el diseño de las circunscripciones electorales con un claro beneficio para el oficialismo. Por ejemplo, en Mérida, el Partido Socialista Unido de Venezuela se lleva cuatro de los seis diputados en juego, pese a que la lista de la Mesa de la Unidad Democrática tiene el 50,04% de los votos y la de Chávez el 48,7%. Y en Miranda, el partido de este último se lleva cinco de los 10 diputados, pese a que sólo logró el 41,4% de los votos frente al 57% que consiguió la oposición. También en Carabobo, la lista de la oposición logra el 53,66% y la de Chávez tiene el 43,04%; pese a ganar por 10 puntos, el reparto de las demarcaciones electorales hace que de los 10 escaños, la oposición se lleva solo tres y Chávez seis.

Un abrazo,

Oscar.

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