martes, 13 de octubre de 2009

El horizonte del modelo extractivo


En una de las aportaciones anteriores de este blog, se comentaba la experiencia ecuatoriana del Yasuní como alternativa al modelo tradicional extractivo de petróleo. En esta ocasión, puede ser oportuno apuntar algunas cifras que siguen avalando la experiencia al margen de las inherentes al proyecto y que fueron citadas en su día. Concretamente, las últimas predicciones apuntan a que la producción convencional de combustibles fósiles puede alcanzar su tope antes de 2020. Dicho de otro modo, llegar a esta situación supone que, a partir de ese momento, las reservas disponibles tenderán al agotamiento de forma irreversible. La mayoría de los grandes pozos de petróleo ya han superado su tope y el resto lo hará durante la próxima década. Estos pozos proporcionan en 25% de la producción total de crudo y la media de la pérdida de producción es del 6,5% al año. Además, se calcula que, aproximadamente en 2030, será necesario remplazar más de dos tercios de la producción actual de petróleo para evitar una caída del mercado. Estas cifras suponen la necesidad de tomar medidas para anticiparse a las consecuencias más nefastas. La iniciativa del Yasuní en Ecuador puede ser el mejor exponente de esta incipiente reacción.

Un abrazo,

Oscar.

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