miércoles, 22 de julio de 2009

Sin cambios en Nicaragua


Situaciones de pobreza y desigualdad como las mencionadas en el post anterior no resultan exclusiva de las favelas de Brasil. Al contrario, a pesar de los progresos experimentados en algunos países, los patrones y dinámicas de pobreza son uno de los comunes denominadores de la región. Datos recientes confirman que Nicaragua, el país más grande de Centroamérica, es también el segundo más pobre del continente - datos de 2005 de la agencia estatal de Estadísticas de Nicaragua revelan que la pobreza afecta al 48,3% de la población. Su producto interior bruto (PIB) por habitante apenas supera los 700 euros, según el Banco Mundial. La desigualdad se manifiesta en la escasa redistribución y en el hecho de que poco menos de la mitad del ingreso total del país (un 45%) se queda en manos del 10% de la población. Actualmente, cuatro de cada cinco nicaragüenses subsisten gracias a las ayudas gubernamentales, según datos de la escuela de negocios INCAE. La pobreza también afecta a las estructuras institucionales del país y la democracia adolece de una preocupante debilidad. El índice de democracia de 2008 del semanario británico The Economist coloca a las instituciones nicaragüenses en el puesto 78 de una tabla con 167 posiciones. Así, no es extraño que el equivalente a un cuarto de su población (unos 5,6 millones de habitantes) viva en el extranjero. Un informe de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (Cepal) calcula que entre 1,6 y 1,7 millones de nicaragüenses han emigrado.

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